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jueves, 3 de julio de 2014

Mis andanzas por San Gimignano en la Toscana


Salimos de Florencia en un autobús local y después de recorrer 45 km hasta la ciudad de Ponggibonsi, nos bajamos a esperar otro autobús que nos llevaría a San Gimignano que queda a 10 km cuesta arriba…lo que no anticipamos era que ese autobús venía lleno de otra localidad así que subimos como pudimos y apretados como sardinas en latas partimos a la “Manhattan” medieval.
San Gimignano y sus 15 torres se parece a una cresta sobre una colina de la campiña toscana.
Originalmente una aldea etrusca, la ciudad tomó el nombre del obispo de Módena, San Gimignano, a quién se le atribuye haberla salvado de Atila el Huno. Se convirtió en una comuna (gobierno local) en 1199 y era muy próspera, debido en parte a su ubicación en la Via Francigena. 
La construcción de torres en los palacios era una forma que las familias prósperas tenían de hacer alarde de su poder y riqueza, originalmente eran 72. En 1348 la peste acabó con gran parte de la población y se debilitó la economía local, lo que llevó a la sumisión a la ciudad a Florencia en 1353. 
Hoy en día, ni siquiera la plaga disuadiría a los enjambres de turistas (me incluyo), que son atraídos por la sensación palpable de una ciudad con historia, urbanismo medieval intacto y entorno rural encantador.


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